He empezado hace una semana las Memorias de ultratumba de Chateaubriand.
Disfruto. Disfruto mucho, y además, me provoca reflexiones que muchos textos propiamente filosóficos serían incapaces de estimularme. Un ejemplo :
- "Si tras esta demasiado larga descripción, un pintor tomara su lápiz de dibujo, ¿ trazaría un esbozo que se asemejase al castillo ?. Creo que no; y sin embargo mi memoria lo ve como si lo tuviera ante mis ojos; ! tal es en las cosas materiales la impotencia de la palabra y el poder del recuerdo!".
Me quedo sin palabras. Si ya tengo claro hace tiempo mi escepticismo con respecto a que "en el principio fue el verbo", cada vez soy menos escéptico con respecto a que sin memoria no puede haber, ni conocimiento, ni sabiduría, ni auto-conocimiento.
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